La posibilidad de abandonar los tratamientos de fertilidad porque no puedes más, es algo que está ahí desde el momento en el que los negativos o los abortos empiezan a sucederse. En esta situación es muy habitual perder la perspectiva.
Solo vemos el aquí y el ahora, el sufrimiento en el que estamos, pero es importante pensar en cómo vamos a sentirnos si los abandonamos por una cuestión emocional.
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Te invito a un juego: imaginar tu futuro
Tu momento actual
Hablemos un poco de hoy mismo ya que cuando una está viviendo el tsunami de los tratamientos es muy difícil salir del momento presente. Si miramos más allá e imaginamos un futuro sin hijos; solo vemos un pozo, solo vemos oscuridad.
El miedo se instala en ti y…
◦ Temes empezar
◦ Temes cómo va desarrollándose
◦ Temes la betaespera
◦ Temes cómo sobrevivir si es negativo
◦ Temes un positivo, por si lo pierdes
La famosa positividad
Muchos terapeutas, muchos psicólogos, en libros y revistas te van a recomendar que salgas, que no hagas de esto tu prioridad; te dirán que hay más cosas en tu vida como gente que te quiere, pareja o amigos. Que tienes trabajo e incluso sobrinos a los que adoras.
Y tienen razón, ¿pero eso cómo se hace?
Por mi parte, me parece envidiable que haya personas que consigan disociar este proceso y no hacer de él, el núcleo de su vida actual; la razón de su existencia durante meses o años.
Honestamente no creo que esa actitud esté en las manos de la mayoría de nosotras, porque tenerla es algo innato. O se tiene esa actitud o no se tiene.
Es como ser una persona positiva o negativa:
Puedes hacer un esfuerzo por no dejarte arrastrar por el desánimo y algunas personas lo conseguirán al menos en parte, pero la realidad es que al que tiende a aceptar lo que le va sucediendo y actuando en consecuencia, buscará soluciones (aunque le cueste mucho esfuerzo, pero es su tendencia natural) y al que se paraliza por el miedo o no sabe buscar recursos, salir de ahí le supondrá algo que está fuera de su naturaleza y puede ser una tarea ímproba.
Entonces,
¿qué hacer para no abandonar los tratamientos de fertilidad?
Quiero invitarte a un juego: Verte en el futuro. Un futuro a medio plazo,
sin vuelta atrás.
Seguramente tu pensamiento actual es algo parecido a esto:
Estoy fatal, creo que lo voy a dejar porque no puedo más. Vivo con un miedo constante que cada vez me hace más daño, así no se puede vivir… Además, ya no me reconozco.
Ahora, hazte estas preguntas y se honesta contigo misma:
1- ¿Tener un hijo sigue siendo mi objetivo?
2- ¿Cómo me imagino dentro de unos años?
3- ¿Hay niños en mi hogar? ¿Cómo sería estar sola con mi pareja o sola con amigos?
4- Cuando ya tenga unos 48 o 49 años y se haya acabado el tiempo para intentar reproducción asistida o adopción, ¿miraré atrás y lamentaré no haber hecho algo más?
5-¿Hice de verdad todo lo que podía para tener un hijo?
6- ¿Lamentaré que por miedo y sobre todo por no haber pedido ayuda para superar mis dificultades quizás haya perdido mi oportunidad?
El miedo es un sentimiento muy respetable y al que no hay que negar, pero: ¿no te parece una pena perderte la opción (que no la certeza) de tener un hijo por no lograr salir de la parálisis que puede traer?
Porque dentro de esos 5 o 10 años el miedo habrá pasado y ya no habrá vuelta atrás.
Por favor, busca cómo superarlo
Conmigo o con quien quieras, pero hazlo. Tu objetivo vale este esfuerzo.
Haz ahora este ejercicio y repítelo cada vez que sientas que flaqueas. Imagínate en el futuro y descubre si te gusta lo que ves.
¿Abandonaste los tratamientos de fertilidad? ¿Temes quedarte sin fuerzas para poder continuar? Anímate y compartir tu experiencia, seguro que necesita oír tu voz.