Antes de que sigas leyendo, quiero aclararte una cosa: si estás en ese punto en el que no quieres oir hablar de El secreto, de libros de autoayuda o de mundos espirituales, te sugiero que no veas y leas este videopost, porque puedes acabar pensando: pero ¿de qué habla Eva hoy?
Hablaré de cuando ha habido embriones, por que hasta entonces lo que hay realmente son gametos masculinos y femeninos, aunque eso sí, muchas, muchas ilusiones en cada óvulo que vamos viendo crecer adecuadamente.
¿Comparamos?
Puedo compararte los negativos tras una transferencia de embriones con los abortos.
Podrías decirme que no es comparable, pero yo te respondería que hay millones de personas viviendo las mismas experiencias con sentimientos diferentes y te aseguro que hay personas que el que sus embriones existieran pero no prosperaran, lo viven así.
Situación:
- Te transfieren un embrión que estaba vivo, pero no se implanta.
- Te transfieren un embrión que se implanta, pero en un momento dado deja de crecer.
Tanto en un caso como en el otro, hay personas que los viven como algo que ha ocurrido y ya está, sin más vueltas, ni historias, ni hijos potenciales, etc y otras personas necesitan hacer un duelo de ese ser.
Ni las unas ni las otras entienden muy bien cómo se puede vivir de esa otra manera, pero es un hecho
Las que necesitan un duelo
- Un embrión es algo concreto está aquí y ahora.
- Es un hijo en potencia.
- Puede quedarse ahí, en ser la potencia de algo que nunca va a ocurrir…. pero ¿y si?
- Sientes dolor por lo que pude ser y no fue.
- Como somos así, seguramente ya tenía hasta posibles nombres.
Te sugiero escribir sobre tus sentimientos al respecto, hacer terapia si lo necesitas y sobre todo hablarlo con personas que te entiendan.
Todo esto te ayudará a no quedarte estancada tras cada negativo. Somos infértiles y necesitamos ayuda médica, así es que si queremos que ocurra tenemos que ir hacia adelante en cuanto logremos recuperarnos un poco.
Las que no lo necesitan
- Los negativos son parte del proceso y no hay que hacer dramas
- Los embriones no son nuestros posibles hijos, son sólo eso, embriones.
- Es una exageración darle tanta importancia a células que ni siquiera estaban implantadas en nuestro cuerpo
- No se necesita decirles adiós porque sencillamente se esfumaron muy pronto y no sientes que tuvieran tanta entidad.
Si eres de las que lo vive de esta manera, quiero que reflexiones sobre la idealización que casi todas hacemos de ellos cuando nos llaman de la clínica y nos dicen que están muy bien, que tiene muchas probabilidades de dar embarazo.
Mientras estamos en la betaespera les hablamos, intentamos conectar con ellos, meditamos, fantaseamos.
Luego llega el análisis de sangre y si es negativo, borramos de un plumazo todo lo que habíamos estado viviendo con ellos.
Entendible.
Cómo voy a permitirme sufrir por cada negativo, es más fácil dejar de pensar en ellos. ¡Tenemos que protegernos para poder continuar!
Cuando los procesos de reproducción asistida se prolongan y llegas a transferirte 3 o 8 o 15 embriones, da igual, hay un momento en el que puedes ponerte a pensar en quiénes hubieran podido ser esos niños.
Sobre todo cuando el problema no era de la calidad de esos embriones que potencialmente no tenían capacidad para crecer, sino que los negativos venían por trombofilias, miomas, endometriosis, inmunología, etc.
Si esos problemas hubieran estado resueltos, esos niños podrían haber nacido.
¿No es lícito pensar en ellos?
Me gustaría que compartieras tu manera de ver el tema que planteo hoy: ¿eres de las que tira para adelante o sientes que necesitas darle un espacio en tu mente y en tu corazón esos niños que no nacieron?