¡Qué nombre tan raro para un juego, verdad?
Las condiciones es ese juego al que mi hijo de entonces cinco años me pidió jugar un día.
O sea:
si haces esto, consigues aquello.
¡Qué fuerte! Me quedé de piedra. Cinco años estrujándome la cabeza para que hiciera las cosas desde el entendimiento, desde su decisión, con mis explicaciones, no obligándole. Dialogando, haciéndole entender que sus actos tenían “consecuencias”, sin chantajes ni pequeños, ni grandes.
Y ganas no me faltaron, ¿eh? Pero creo que todos nuestros actos con los niños empezaremos a verlos principalmente desde la adolescencia cuando no sea tan fácil que haga las cosas por que yo lo digo, entonces es absurdo utilizar una táctica que en pocos años no nos va a servir
Cinco años aguantando que mucha gente no entendiera esa manera de actuar mía y un día llega él y me la pide.
¿Por qué ocurrió esto? Yo lo sentí como algo triste. Para mí, en el colegio habían conseguido que entrara en su dinámica. Estaba en segundo de infantil y observando debió descubrir que… wuaaauuu, cuantas cosas se conseguían si uno hacía lo que otro quería.
- Si yo me quedo sentado, mi profe está contenta y me trata bien.
- Si hago rápido los ejercicios, me dan una chuche.
- Si me como todo el plato, no se enfada la monitora.
Yo he luchado estos años porque él entienda que hay que hacer las cosas que hay que hacer, no por los premios, ni los enfados.
Que si no se pone el gorro de invierno, no se puede salir, pero no es un castigo, es que para salir a la calle en invierno es posible que haga falta un gorro.
Que si grita en un sitio cerrado, no vamos a poder estar allí porque hay gente a la que le puede molestar y tienen el mismo derecho que nosotros a estar allí.
Muchas veces no lo entiende, se enfada; a veces lo hace y a veces no.
Creo que esta dinámica de yo hago cosas para conseguir algo de tí,lo que hace es adultos acostumbrados a manipular muy facilmente. Saben que con premios o regalos van a conseguir lo que quieran de mucha gente o ellos van a aceptar cosas y los van a seguir manipulando a base de este juego .
Mucha gente no está para nada de acuerdo conmigo, incluso me dicen:
Ya, pero ¿cómo consigues que te hagan caso?
Mi respuesta es que no siempre lo consigo, pero yo sigo insistiendo.
Recuerdo un curso que hice con Rebeca y Mauricio Wild un matrimonio muy especial que abrió un colegio alternativo en Perú, el Pestalozzi, un sitio por lo que cuentan increíble; en ese curso nos dijeron algo que cuando ya estoy que me van a dar algo de repetir y repetir algo y que Rodrigo no me haga caso, intento recordar:
¡Criar niños es básicamente pasar unos años repitiéndoles lo mismo!
Ja, ja, cierto como la vida misma.
Ja, ja, cierto como la vida misma.
Las mamis de por aquí o las futuras madres, ¿cómo lo veis?,¿qué hacéis o que os pide hacer el cuerpo una vez tengáis a vuestros hijos?
Animaos a compartir vuestras experiencias o cómo lo hacéis vosotros y por supuesto todas las opciones son bienvenidas.