En este artículo te lo dedico a ti, que te acabas de llevar una de las sorpresas más fuertes de tu vida.
No vas a poder tener hijos como todo el mundo.
Sí, ya sabes: eso de nos acostamos, nos lo pasamos bien y queriendo o sin querer me quedo embarazada.
No. Tú y todas las personas que pertenecen a los modelos familiares menos «clásicos» léase mujeres solteras y parejas de lesbianas vais a necesitar la ayuda de los médicos para poder tener un hijo.
¿Y qué es lo que tengo que hacer ahora?
Lo primero, tras la más que posible llorera inicial que casi todas nos pegamos, respira, pégate una ducha y ponte a trabajar.
Pide consejo a tu ginecólogo y sobre las clínicas que te recomiende, haz una búsqueda en Internet de opiniones sobre ellas.
Desde ya te animo a que confíes en tu instinto. ¿Por qué? Entras en un mundo lleno de información y de personas buscándola de manera compulsiva (si llevas ya tiempo y lees esto, sabes de lo que hablo) te irán pasando cosas, irán pasando los meses, y vas a tener que tomar tantas decisiones que no vas a saber exactamente en qué basarte para hacerlo.
Imagen cortesía de Carlos Porto © Freedigitalphotos.net
Mucha gente diciendo que tal clínica es buena; muchas clínicas diciendo que sus tasas de embarazo son altísimas, otras tantas mujeres aconsejándote que hagas mucho reposo, otras que no hagas nada.
Así es que una vez escuchado tu médico, cuando tengas que tomar decisiones, toma la que mejor feeling te de.
Es un riesgo, sí.
Pero todo los pasos que vayas dando aquí, lo son.
Si puedes hazte un seguro médico privado: A lo largo del proceso te van a solicitar pruebas que suelen cubrir casi todas las sociedades médicas y podrás ahorrarte bastante dinero.
Cuida tu alimentación: si no lo estás haciendo ya, empieza a revisar tus hábitos alimentarios. Lo de mucha verdura, mucha fruta, poco azúcar y aceites importantes sirve en otras dietas y aquí también aunque esto no sea una dieta.
No abandones el ejercicio: con suerte no vas a tardar en estar embarazada, pero hasta que llegue el momento de la beta espera, por favor no abandones tus rutinas de ejercicios. Ya he escrito sobre la importancia de hacer ejercicio durante los tratamientos de reproducción asistida. Léelo AQUÍ.
Duerme los suficiente: en los próximos meses vas a estar sometida a un gran stress y necesitas darle descanso a tu cuerpo y tu mente. Además, cuanto más regularizado este tu cuerpo, mejor te encontrarás y ayudarás tanto al éxito de los tratamientos como cuando llegue el embarazo
Hazte una revisión ginecológica completa: piensa que si eres afortunada puedes quedarte embarazada en dos o tres meses y para ello debes estar segura de que no tienes ningún problema en las mamas o en tu aparato reproductor.
Si tienes pareja, hablad, hablad y hablad: la vida os apuesto una prueba, porque la reproducción asistida no va a facilitar que la relación fluya, pero si tenéis la suficiente comunicación y sobre todo un amor consistente y comprometido, seréis de las parejas que salgan fortalecidas de este envite.
Si no tienes pareja: busca grupos de mujeres que estén en tu situación. Te sorprenderá cuántas hay. Hay muchas decisiones que tomar en cuanto al donante o a tu futuro hijo y encontrar mujeres que han vivido ya la experiencia va a facilitarte mucho este camino.
Busca un cómplice en el trabajo: te va a sorprender lo complicado que es si trabajas para alguien, el alternar los tratamientos con tu empleo, así es que tener a alguien allí que sepa lo que te está pasando y que en un momento dado pueda cubrirte o te puedas desahogar con él, te va a ser de gran ayuda.
No temas pedir ayuda: Como me dijo un día una psiquiatra que me atendió durante una convalecencia de mes y medio inmovilizada en un hospital cuando yo le decía que no quería tomar pastillas para estar tranquila (una aguja con pesas atravesaba mi pie para intentar arreglar una multifractura)
¿Por qué cuando nos rompemos una pierna no nos cuesta ponernos muletas y en cambio cuando mentalmente necesitamos ayuda decidimos que tenemos que poder nosotros solos con todo?
Aquello más que una pregunta parecía una sentencia y a lo largo de mi vida he intentado recordarla en aquellas ocasiones en que sentía que ya no podía más.
Si te han parecido interesante estas ideas para irte haciendo tu espacio en el mundo de la reproducción asistida, compártelas con otros para que puedan beneficiarse. Gracias