Es curioso observar a los adultos cuando hablamos como si los niños no estuvieran delante, como si estuvieran en un universo paralelo.
Y hacemos cosas como:
- No comer verdura
- Comernos una bolsa de patatas fritas
- Cruzar en rojo la calle
Pero queremos inculcarles a ellos lo contrario por que creemos que es lo correcto.
En otras ocasiones directamente el niño grita y nosotras pegamos un bocinazo: ¡QUE NO GRITES!
¿Incongruente, no?
Este video os va a tocar, lo sé. Conmociona. No os lo perdáis.