Los embriólogos de nuestra vida. Artesanos de la reproducción asistida

Somos muchos los «actores» que intervenimos en los procesos de reproducción asistida.

  • Los primeros, nosotros, no es por nada, pero esto existe debido a nuestros problemas o condicionantes familiares, así es que nos nombro en primer lugar.
  • Están los ginecólogos que nos llevan de la mano durante el proceso, en los que confiamos y con los que a veces tenemos nuestras propias  batallas. 
  • Los embriólogos, biólogos especializados en reproducción asistida que trabajan en los laboratorios de las clínicas y en los que podríamos decir que

«en sus manos encomendamos nuestro espíritu»

 

  • El personal de las clínicas: Recepcionistas, enfermeras, administración. Todos son importantes y todos forman parte de nuestra experiencia durante los  de los tratamientos. Entendiendo que todos y cada uno  puedan hacer que estos procesos sean más llevaderos.
  • Nuestro entorno:  familia, amigos, compañeros de trabajo… en fin, la sociedad. Cuando nosotros empezamos este proceso van a verse involucrados en mayor o menor medida dependiendo de cómo esté ellos de preparados y cuán abiertos queramos ser nosotros.

 

El encuentro

Hace poco en unas jornadas sobre avances en producción asistida y, en un descanso entré el ascensor y de repente vi una cara que me sonaba y dado que todos los que estábamos fuera allí, le pregunté: ¿tú eres embrióloga de tal clínica?

Cuando me contestó que sí y la dije que ella había hecho la transferencia de mis hijos, una especie de hipido salió de mi garganta y y el resto de embriólogos me miraron sonrieron.

¡Tierra trágame, qué vergüenza!

Pero es que allí estaba la persona que había desvitrificado a mis hijos pequeños, Martín y Aitana ¿Como no iba a emocionarme verla? Habían estado en sus manos y habían sobrevivido.

 

Celia Villas embrióloga.png

Celia Villas, mi embrióloga y yo en las jornadas, tras mi asalto 

Además muchas veces cuento la anécdota del día que me hicieron la transferencia mientras todavía estaba reposando en la camilla:

La ginecóloga me dijo:

-Ay, Eva, no sé si me arrepiento de haberte transferido dos embriones.

A lo que yo contesté:

-Tranquila, que con mi historial… Yo sólo tengo negativos o abortos.

Y justo Celia, que ya estaba saliendo por la puerta, se dio la vuelta y como avisándome con un dedo me dijo:

Que estos eran muy buenos, ¿eh?

Siempre me acuerdo de ella con emoción. Y me acordaré, por supuesto de la ginecóloga que me encaminó para que todo esto ocurriera.

 

Y aún hay más

Pero también ha habido otros en embriólogos con cuyos embriones no he conseguido el embarazo pero que me enseñaron todo lo que de bueno puede tener un profesional que se dedica a esto, porque aunque básicamente trabajan en laboratorio, la  mayoría de ellos luego tienen que comunicarse con nosotras para darnos las buenas o malas noticias de lo que ha ocurrido tras s aer ellos los receptores  de todas nuestras esperanzas.

David Agudo, sería para mí, el prototipo de buen embriólogo que trabaja sin descanso y con mucho amor. Hace su trabajo de una manera fantástica y y además cuando  tiene que hablar con las pacientes sabe conectar con nosotras.

 

Seguro que hay más, así es que quiero hacerles un homenaje a todos estos profesionales que traen a la luz a nuestros embriones.

Una recomendación

Hay un blog escrito por una embriologa, la dra Rocío Nuñez que me encanta. Se llama La cocina de Tambre y escribe artículos muy interesantes y a la vez muy personales que para mi hoy en día es donde está la diferenciación en las empresas.

 

¿Tú tienes algún embriólogo con el que hayas acabado estableciendo algún tipo de relación profesional-paciente de tanta y tanta llamada como te ha tenido que hacer? ¿O por el contrario, quieres decirles algo desde aquí? Con todo respeto, eso sí, por favor. 

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Eva María BernalEva María Bernal Eva María Bernal