Cuando empezamos nuestros tratamientos de reproducción asistida, buscamos información por todas partes (principalmente por Internet, confiesa…) sobre las probabilidades que tenemos de lograr nuestro positivo a la primera.

 

 

Recuerda, que desgraciadamente, dar positivo no significa llegar a tener un embarazo a término.

El nivel de abortos tras un tratamientos de fertilidad, es el  mismo que en la reproducción natural, pero nosotras con el desgaste que tenemos encima, es algo que no podemos ni imaginar.

Si buscas referencias, es probable que consigas encontrarlas: hay personas que en cuanto se las da un poquito de ayuda externa, logran su embarazo. Pero tras muchos años viendo historias de todo tipo, te aseguro que son las menos. (pero ocurrir, ocurre)

A partir de ahí una se plantea cuánto podrá aguantar:

1)Económicamente: la mayoría de nosotras tenemos un presupuesto cerrado antes de iniciar los tratamientos, pero déjame que te adelante que como el tema se complique, buscarás el dinero debajo de las piedras para poder continuar.

2)Emocionalmente: aquí va a depender mucho de qué tipo de personalidad tengas y cómo estés viviendo tu proceso de infertilidad. Es muy habitual negar lo difícil que es el proceso o la posibilidad de que nos funcione tan pronto como esperamos.

Una vez empezados los tratamientos, tu perspectiva sobre este proceso va a cambiar mucho: cuando ves que no lo consigues en el primer tratamiento, vas a pasar un pequeño duelo, pero tu ilusión todavía te va a empujar hacia delante el problema será si llegas al segundo o tercer negativo.

Ahí ya no vas a entender nada.

¿Pero no me estoy haciendo un tratamiento súper especializado y  medicándome porque si conseguía una quedas embarazada?

Pues sí, así es como se consiguen los embarazos que no llegan de manera natural.

Intentándolo.

Pero aquí no hoy eres tú la única que hace intentos, también es tu médico el que como científico que es necesita probar de qué manera ayudarte a conseguirlo.

 

Imagen cortesía de Digital Art © Freedigitalphotos.net

Si acabas de tener un negativo, es probable que este tratamiento le esté dando muchísima información para poder encaminar el siguiente por el camino correcto. No quiere decir con esto que el anterior fuera incorrecto, es que es parte del proceso;

PRUEBA-ERROR

Los médicos dicen que no existen las enfermedades sino los pacientes y yo creo que aplicado a reproducción asistida aunque existan unos protocolos bastante establecidos y que alguno médicos siguen a rajatabla, lo habitual es que extraían muchísima información valiosa.

Pero, Eva:

¿Cómo que prueba-error? ¿cómo hablar de mi último tratamiento como una prueba con todo lo que me ha supuesto a todos los niveles?

Sólo puedo decirte que los éxitos se consiguen a base de probar, y en nuestro caso es lo mismo. No te lo tomes a mal.

Tu médico tiene que probar cuál es el mejor protocolo para ti empezando siempre (o casi) por el más sencillo.

Además ten en cuenta algo fundamental: los embriones.

De todos los tamaños, formas y colores.

O sea, que puede ocurrir que no siempre tu médico cambie tu protocolo ya que puede ser perfecto para ti, pero si el embrión no era el adecuado, pues no tenemos mucho más que hacer…

Así es que te sugiero que dentro de ese estado en el que caemos cuando la beta sale negativa, logres vislumbrar una lucecita y es que todo lo que acaba de ocurrir te está encaminando a lograr un positivo.

Cada paso que das, trae información que te acerca a tu objetivo.

¿Has tenido alguna vez esta  sensación de la que hablo de que tu tratamiento de reproducción asistida ha servido para algo aunque haya dado negativo? Te invito a compartirlo