Holística y Reproducción Asistida

Lo primero que quiero aclarar es que respeto todas las actitudes a la hora de enfrentar nuestra infertilidad y nuestra necesidad de Reproducción Asistida: tanto la medicina holística como la alopática me parecen buenas y complementarias.

  • La mediciana alopática es la tradicional, la de toda la vida. Ciencia, estudios y medicinas. Mucha especialización con lo bueno y lo malo que puede tener eso pues no hay una atención del problema con una mirada global sobre el paciente.
  • La medicina holística:  Aquí sí hay una mirada global sobre el paciente. Se atiende a su cuerpo y a sus emociones. Hay estudios, pero pocos con evidencias científicas  y eso nos lleva a tener que hacer un acto de fe, espontáneo y voluntario, por supuesto.

Yo acabé agotada de la holística, de lo espiritual y de lo emocional.

 

Holística y Reproducción Asistida

© kikkerdirk – Fotolia.com

 

Aparte de los miles de euros que me costaron los tratamientos de IA, FIV y donación de gametos y embriones en las clínicas, me gasté muchísimos en intentar estar mejor y mejorar mi fertilidad.

Y todo esto, mientras no moría en el intento.

 

Hice tantas terapias alternativas, probé tantos rituales durante mis años de tratamientos que ahora estoy más bien en el otro lado.

Lo siento. Sé que las personas que trabajan en este mundo alternativo quieren ayudarnos de verdad y creen en lo que hacen.

Pero también siento que tengo que decirlo por todas las pacientes que no acuden a ellos y acaban teniendo hasta remordimientos por sentir que quizás no están haciendo lo suficiente.

Por que nuestro problema es que estamos aquí y ahora, infértiles y con nuestros óvulos deteriorándose mes tras mes o con espermatozoides de cada vez peor calidad y debemos pararnos a pensar si realmente tenemos tiempo de solucionar toda nuestra vida emocional antes de ponernos con la puramente médica.

 

Muchas personas, necesitados pacientes infértiles y en reproducción asistida, necesitamos creer. Necesitamos que alguien nos diga que no se trata sólo de óvulos, espermatozoides y embriones sino que hay un algo más… pero en muchas ocasiones acabamos más desesperadas todavía cuando ni haciendo todo tipo de cosas, lo logramos. 

 

¿Soy yo el problema?

¿Estoy desarmonizada?

¿Mi útero está frío?

¿Me falta energía?

¿Mis miedos impiden la implantación?

 

Los tres años que estuve buscando a mi segundo hijo me dieron para todo: desde ir a lo más alto de la Sierra de Aitana a que me impartieran Reiki hasta que un día una terapeuta que «trabajaba con mis energías» me dijo que había hablado con unos espíritus o seres, no sé cómo dijo ella y que le habían transmitido que si no aceptaba tener una niña diferente (con retraso) no iba a poder tener un segundo hijo.

La falta de respeto, empatía y poca vergüenza que supuso esa declaración para mí, fue la gota que colmó el vaso.

Creo que todo lo que hagamos para estar mejor durante nuestros procesos de reproducción asistida incluyendo las terapias alternativas, bienvenido sea, pero no debemos pensar que ahí está la solución para nuestra infertilidad.

Los que ya hemos llegado a necesitar ciencia y asistencia, requerimos óvulos buenos, espermatozoides listos, buenos líquidos para dejar crecer los embriones, médicos competentes, las mejores clínicas posibles…

 

Mi opinión es que pueden ser de ayuda cuando se está en las primeras fases de la infertilidad, o sea, cuando estamos empezado la reproducción asistida, pero una vez pasada esa fase necesitamos ser pragmáticos  e ir a lo conciso para lograr que esa casi increíble implantación se produzca.

 

Por que como me dijo un día una gran ginecóloga, ese hecho es algo puramente metabólico, un intercambio de información en el que si al endometrio le gusta el embrión y al embrión del endometrio, se quedará y si no, no hay magia que esperar.

Ay, qué tranquilidad me dio escuchar eso.

También desespera, claro, pero al menos entendemos lo que puede estar pasando.

Para finalizar y si me lo permites, busca a los mejores profesionales especialistas en infertilidad para que te ayuden a lograr tu objetivo: un niño sano en casa. 

Busca si lo necesitas, apoyo psicológico o emocional.

Y si ya lo complementas con ejercicio, nutrición correcta y descanso... ¡ni te cuento!

 

Me gustaría mucho saber cuál es tu opinión al respecto y si tienes una experiencia contraria a esta manera «práctica» de enfrentarte a la infertilidad, me encantaría que la compartieras.

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Eva María BernalEva María Bernal Eva María Bernal