El trato al paciente de infertilidad en la Seguridad Social

En mi grupo de apoyo surge en muchas ocasiones el tema del trato a los pacientes de infertilidad y Reproducción Asistida en la Seguridad Social. No en todos los países existe un sistema médico público como el que tenemos en España y sé que somos muy afortunados por ello. Conozco a personas en Estados Unidos que han pasado un embarazo completo sin ir al médico por no poder pagar los precios de la medicina de allí. O que tienen que hacerse un TAC ante el riesgo de cáncer de mama y no se lo hacen porque tampoco pueden pagarlo.

Sí, somos unos privilegiados, pero lanzo una pregunta al aire: ¿no se nos podría tratar un poquito mejor?

Revisa el video y luego seguimos:

 

 

En estos casi tres años de vida que tiene el grupo de apoyo que celebramos en Madrid cada mes, es llamativo que cuando alguien nos habla de lo mal que se está sintiendo en el hospital en el que le están tratando, las personas que llevan asistiendo ya un tiempo saben de qué hospital se está hablando.
O si otro nos dice que está en un hospital y le está atendiendo una doctora que le está haciendo sentir mal cada vez que va, sabemos de qué doctora nos está hablando.

Personas que además luego trabajan para la medicina privada y que sé que no tratan así a sus pacientes.

La Organización Mundial de la Salud dice que la infertilidad es una enfermedad. Pero nosotros no nos sentamos enfermos y quizás en esta dicotomía es donde estriba uno de los problemas a la hora de tratarnos.
Bueno ahí, y también que no es medicina privada, que no hay ese componente comercial que hasta para los temas de salud marcan en demasiados casos la manera de tratar a los pacientes.

Los pacientes que hemos tenido que optar por reproducción asistida privada, hemos podido ir acertando más o menos en la elección de los médicos y hemos podido tardar más o menos, lo que sí que sabemos siempre es que nuestro médico y el personal de las clínicas nos va a tratar bien. Porque es un negocio de salud. Y está bien. No nos rasgamos las vestiduras.
Con esto no quiero decir que los trabajadores de las clínicas privadas solo sean agradables por nosotros por el dinero; a unos les será más fácil que a otros relacionarse con nosotros, pero hacen o tienen que hacer el esfuerzo. Aunque por supuesto si luego ejercen también como personal de la medicina pública y no actúan igual, sí que tendrían una actitud censurable.

¿Todo esto quiere decir que por no estar pasando por caja cuando salimos de la consulta de la Seguridad Social nos pueden tratar sin mirarnos los ojos, rudamente, sin dar información suficiente? ¡No!

 

No pedimos simpatía, pedimos un trato correcto, amable
y con ganas de ayudar.

No queramos paternalismos, ni en la reproducción asistida pública ni en la privada, solo queremos que nos hablen sabiendo que cada palabra que pronuncian se queda grabada en nuestra memoria.
Que cada acierto, error o sencillamente la suerte de lograr el embrión correcto, marcan el futuro de nuestra vida y hasta que no quieran entender esto sin que por otro lado emocionalmente la responsabilidad les agobie, esto no va a mejorar.

Se nos pueden decir las verdades, se nos puede hasta denegar un tratamiento, pero no se nos tiene porqué decir mal o sin el menor atisbo de humanidad.

Ejemplo: una paciente no lograba el embarazo de su segundo hijo, fue al ginecólogo y al hacerle las pruebas encontraron que su FSH estaba en 20 y allí, de pasada, sin prepararla, le dijo que se olvidara de tener un segundo hijo, que no lo iba a lograr y que con ese nivel hormonal, ellos no la iban a atender.

Que eso se puede y se debe decir, pero con cuidado, con empatía, con amabilidad.
La anécdota es que mi amiga en ese momento ya estaba embarazada pero no lo sabía porque tenía los ciclos muy irregulares, pero además de las tres semanas de lágrimas que le supuso hasta que se enteró de que estaba embarazada, todavía recuerda como algo muy doloroso la manera tan fría en la que le comunicaron que no iba a poder tener más hijos.

 

Antes de irme, os dejo con el texto de un paciente atendido en la Seguridad Social asturiana (pero podría haber sido de cualquier otra comunidad) : Blanca y pequeña

 

No te pierdas los testimonios que y están compartiendo en de los comentarios. ¡Mil gracias!

 

 

Me encantaría que dejaras en tus comentarios del vídeo o del blog cuál es tu experiencia en la Seguridad Social tanto buena (que las hay) como mala. Y si te ha parecido interesante o que alguien debe ver este vídeo post, por favor compártelo entre tus redes sociales.

Acerca del autor

Eva María BernalEva María Bernal Eva María Bernal