El título del libro del que hoy quiero hablaros es toda una declaración de intenciones por parte de una mujer como somos cualquiera de nosotras: Plantando cara a la infertilidad.
Porque aquí o te remangas y te pones a trabajar o te vas a tu casa y te quedas muchos años con la pena de no haber tenido un hijo o peor aún con la sutil duda de si podrías haber hecho algo más.
¿Quién es la autora?
Laura Mª Puerto Martín, nació y vive en Teruel. Ingeniera técnica y mamá de dos niños nacidos por Reproducción Asistida, ha decidido compartir su proceso en este libro, desde la perspectiva que da el tiempo, pero con la huella que deja al infertilidad en nosotras.
¿Qué cuenta el libro?
Laura padece endometriosis desde hace bastantes años y a pesar de que junto con su pareja se plantean tener hijos bastante jóvenes, acaban necesitando acudir a la reproducción asistida. Además deciden no hacer la mayoría de los tratamientos en su ciudad natal, si no trasladarse a otra en la que esperan poder conseguirlo. Tras varios tratamientos no hago un spoiler contándote que hay final feliz.
¿Para quién es?
Para todos los pacientes que están empezando o llevan ya tiempo en tratamiento de fertilidad y que buscan empatizar con historias que aunque no coincidan en los aspectos más técnicos con las suyas, supongan un impulso con el que conseguir meternos en nuestras cabecitas, que sí, que es posible aunque en los momentos más negros de este camino nos parezca imposible.
¿Qué enseña?
Adaptarse o morir. Cuando uno no tiene hijos mediante una estupenda relación sexual, te adelanto que todo lo que viene después es muy complejo y uno de los grandes retos es saber adaptarse a lo que te vas a encontrar para acabar logrando tener a tu hijo. Laura describe cómo es su proceso desde la aceptación de algunas situaciones a la negación de otras, para con el tiempo darse cuenta de que o se adaptaban o hasta ahí habían llegado sus intentos de tener un niño nacido de ella.
¿Qué hace especial a este libro?
Para mí, hay algo que lo hace muy especial y es que Laura comparte con nosotros que sus hijos nacieron por donación de óvulos y eso, vosotras lo sabéis, no es muy habitual. De hecho hasta su libro y que yo sepa, fui la única que lo había hecho, así es que no puedo estar más feliz de ver que alguien más da ese paso adelante.
He decidido lanzarle una pregunta a Laura y aquí tenéis respuesta:
Yo estaba muy cerrada en banda a la opción de la donación de óvulos. Es una decisión que, aunque me ha hecho muy muy feliz, me costó muchas lágrimas tomar. La empecé a asimilar cuando veía que cada vez se iban cerrando el resto de puertas. Porque yo deseaba ser madre con toda mi alma. Hasta el punto que tenía claro que estaba dispuesta a adoptar, proceso que llegué a iniciar. Y por supuesto mi hijo hubiese sido el niño más querido del mundo. Entonces pensé que si estaba dispuesta a eso, ¿qué problema presentaba la donación de óvulos? Era una simple célula inicial la que me tenían que donar para cumplir mi sueño, el resto, lo pondría yo. Yo lo iba a llevar en mi interior, lo iba a alimentar, lo iba a sentir moverse dentro de mí. Y después lo iba a criar y a educar, y sobre todo, lo iba a querer.
Teniendo eso claro, me ayudó a tomar la decisión definitiva compartir un café y una agradable conversación con compañeras que estaban afrontando tratamientos de ovodonación. Por esto me he decidido a compartirlo. Me gustaría que mi historia pudiese ayudar a otras chicas con dudas a dar este paso que a mí me ha hecho tan feliz.
Respecto a mi familia y mi pareja, he de decir que tengo la gran suerte de que me han apoyado siempre, desde el principio. Tanto con la decisión de la donación de óvulos, como con la decisión de escribir el libro y hacer pública nuestra historia. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia ellos.
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