A vueltas con mis tres hijos, los gritos y lo cansada que estoy

Este fin de semana juré que nunca más volvía a quedarme en casa con tres niños yo sola todo el día.

Seguramente alguna de vosotras me dirá que ni con uno se puede estar todo el día metida en una casa, ¿verdad?

Llovía en Madrid y nos habíamos quedado a última ahora sin un plan que teníamos. Yo intenté quedar con otros amigos pero fue imposible, así es que me dije: venga, que tú puedes.

 

Pero un niño de casi ocho años y dos niños de 25 meses, es mucha tela para un solo adulto, os lo aseguro.

 

En una ocasión le leí a Laura Gutman que decía que un adulto no debe estar solo con un niño más de tres horas seguidas, que era demasiado… ¡Qué gran verdad!

gritos

© olly – Fotolia.com

Conseguí estar bastante tranquila todo el día, aunque hubo varios momentos en los que estallé y sobretodo uno, ya justo cuando iba a dormir a los pequeños.

Cuando ocurre algo así, yo me siento fatal; no quiero ser una madre que regaña tanto, que grita tanto, pero a la vez creo que para ser tres niños llevo su crianza bastante bien.

Para perdonarme a mi misma, me imagino contándole a alguien que he pasado el día sola con ellos, que llovía, que todos son pequeños y que les había gritado varias veces; entonces me imagino a la otra persona diciéndome: ¡No me extraña! ¡Tres niños! Normal.

Pero entonces, viene mi Pepito Grillo y me hace imaginar a esas madres maravillosas que parece que no gritan nunca sus hijos… o al menos yo me las imagino así.

Una de ellas es una de mis mejores amigas, siempre intento visualizarla pensando en cómo reaccionaría…

Cuando a veces se lo cuento, ella sonríe. Seguro que en ocasiones supera también el estado de calma en el que ella querría estar a la hora de regañar a sus hijas.

También cuando estoy en esos momentos que ya no puedo más, me acuerdo de una entrevista que me hicieron en televisión  en la que Javier Hurra, el antiguo defensor del menor me preguntaba si yo pensaba que iba a poder criar a tres niños yo sola y yo muy ufana le dije que sí que yo pensaba que iba a llevarlo bien…

Me recuerdo muy chulita diciéndoselo :)

¡Ay!… puedo sí, puedo. Pero, ¡ay! (de nuevo) a veces es una prueba para mí.

Por todo esto y mucho más, yo, que no justifico la violencia física hacia los niños, ni poca, ni mucha, y en ninguna situación, sí que cuando actualmente veo a una madre o a un padre gritar a sus hijos llamativamente, o echarlos una mirada de esas que todos conocemos que petrifican, o dejarlos jugar a su aire sin hacerles caso, yo ya, no digo nada…

 

¿Yo qué sé de cómo ha llegado ese adulto

hasta allí?

 

Por supuesto que los gritos son también un tipo de violencia, no lo excuso, sólo lo entiendo.

 

¿Y tú que tal lo llevas?¿ Gritas más de lo que quisieras? Yo, desde luego sí. :( ¡Esto tiene que cambiar! Cuéntame tus estrategias, por favor…

 

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Eva María BernalEva María Bernal Eva María Bernal