Mi hijo nacerá por donación: ¡Qué tranquilidad!

Cuando nos planteamos la donación de óvulos, semen o embriones parece que el listado de cuestiones a resolver pasa por temas muy esperanzadores y a la vez muy complejos que a muchas personas les supone multitud de temas a resolver.

 

A la hora de enfrentarnos a la selección de los donantes yo veo estas diferentes maneras de planteárselo:

  1. Está los pacientes super exigentes que quieren saber hasta el más mínimo detalle sobre la selección de sus donantes. No desean quedarse con ninguna duda y además les van surgiendo más y más según se va acercando el proceso.
  2. Los que preguntan, sí, pero confiando en la clínica en la que están (base fundamental de cualquier relación médico-paciente) Entienden que si están en una buena clínica la selección de los donantes se habrá hecho de manera profesional. 
  3. Los que llaman a sus donantes «mis ángeles»: en algún momento de nuestro proceso todos hemos fantaseado con las bondades de las personas que donaron parte de sus genes para ayudarnos. Probablemente lo hemos pasado tan mal que vemos en ellos seres especiales, una luz, la vuelta a la vida en muchos casos y casi vemos un halo en ellos.
  4. Los que dicen que han comprado óvulo o semen: En el lado opuesto están las personas que solamente ven un intercambio económico con otra persona. No imaginan nada poético en esta acción y sencillamente sienten que han pagado para que les den algo.
  5. Los que olvidan su físico cuando rellenan las hojas del fenotipo (que debe ser lo más aproximado al del que se va a sustituir el gameto)y esperan donantes más altos, más guapos y más listos (si se pudiera saber) es muy curioso esta manera de proceder aunque he de confesar que yo también cuando tuve que rellenarlo la primera vez puse que si mi donante podía medir más de 1,80.
  6. Los que no quieren saber nada y dejan que sea la clínica que decida todo: al igual que cuando estamos haciendo una FIV o una inseminación y preferimos que el médico no nos vaya contando cada paso que se está dando para poder vivirlo en una llamémosle «feliz ignorancia» aún teniendo aspectos mucho más complejos, pero prefieren confiar en el criterio del médico.

 

De cualquier manera hay muchos más aspectos que nos unen a todos que las diferencias a la hora de vivir esta experiencia. Y entre ellos uno que cuento en el video y que a mí me sorprendió:

 

Un sentimiento inesperado

 
Un día ya por fin, vengas de donde vengas, hayas dudado de lo que hayas dudado, llega el embarazo por algún tipo de donación. Bingo.

Y de repente ya todos tendremos algo en común, un sentimiento inesperado que nos proporcionará una gran paz, algo que aunque ya lo habíamos intuido no es hasta ahora que nuestro hijo es ya una realidad dentro nuestro cuando de verdad lo valoramos:
 

La salud de los niños

©Greyerbaby

 

  • Es entonces cuando el pensar que nuestro hijo nace gracias a óvulos de una mujer joven nos va a inspirar la seguridad que nosotros deseábamos y necesitábamos.
  • Es entonces cuando, quizás por primera vez, nos alegremos de haber sido capaces de renunciar a nuestros óvulos o semen que no estaban en buenas condiciones y haber sabido aceptar lo que otra persona más joven era capaz de darnos.
  • Y es entonces, por fin, cuando uno se da cuenta de que los donantes están mucho más controlados médicamente de lo que tú o tu pareja si la tienes lo estarás nunca a la hora de tener un niño ¿habíais pensado en ello?

Y una última pregunta: ¿Te habías planteado en algún momento el salto en salud que puede estar dando tu hijo por venir de gametos más jóvenes?

Si este video post te ha resultado interesante me encantaría que lo compartieras. La donación de óvulos, semen y embriones en reproducción asistida es algo que al menos por unos años va a ir en aumento. 

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Eva María BernalEva María Bernal Eva María Bernal