Hace poco una importante revista española Yo dona dedicaba un debate a una duda que cada vez se nos plantea más ¿Congelar óvulos es la solución frente al reloj biológico? Pero se animaban a dar un poco un paso más allá y tratar el tema de la donación de óvulos. ¡Genial!, pensé…
En este artículo tres mujeres de más de 40 años nos contaban bajo pseudónimo, su historia hasta llegar a la donación de óvulos. Aquí tenéis los comentarios de dos de ellas en el reportaje respecto a la revelación de los orígenes:
- «No quiero que escribas ningún dato que me identifique»
- «El hecho de que es fruto de una ovodonación lo guardaré solo para mí durante toda mi vida»
Si conoces un poco el mensaje que intento transmitir desde Creando una familia con respecto a este tema, creo que los niños tienen derecho a conocer sus orígenes hasta donde la ley permita. A mí personalmente me gustaría ir más allá y que al menos coexistieran la donación anónima y la no anónima tal y como sucede en Estados Unidos. Y aun así sería insuficiente con respecto a los derechos de los niños.
En España muchos se echan las manos a la cabeza cuando se habla de este tema porque dado que en Gran Bretaña bajó el número de donantes cuando se acabó con el anonimato de ellos, temen que aquí suceda lo mismo. Aunque visto lo que se expone en este reportaje, puede que allí se le haya unido un problema de falta de compensación económica tal y como sí existe en países como Dinamarca, Estados Unidos o España.
Las palabras de las receptoras de donantes, del reportaje, son muy parecidas a las que pronunciarían muchas de las personas que conozco y que no van a decírselo a sus hijos. Entiendo que esto tiene mucho que ver con la sociedad, nuestras creencias, nuestros miedos, nuestros deseos de protección tal y como nosotros creemos que debe ser, etc.
Pero entonces, en la columna central, leo esto:
Están orgullosas de haber logrado su objetivo, pero las protagonistas de nuestro reportaje no quieren revelar su identidad por una razón: sus hijos no llevarán sus genes.
Y ahí ya no me pude callar; me pasó hace unos meses también con una columna de Fernando Savater.
Además, si observas bien la frase tiene un contrasentido; es posible que estén muy orgullosas de haberlo conseguido, pero no tanto de cómo lo lograron. Además, parece que la periodista lo entiende perfectamente ya que lo justifica diciendo que la razón es que sus hijos no llevarán sus genes.
Si yo soy una persona que está fuera del mundo de la infertilidad y leo esto, podría pensar que hay algo que no está muy claro.
Si soy una persona que me estoy planteando la donación de óvulos, dado que solamente hablan mujeres que lo van a ocultar, podría pensar que eso es lo que hay que hacer y que no estar conectado genéticamente con mi hijo es una gran razón para ocultárselo.
Pero ¿y si soy el hijo de alguna mujer o pareja que ha nacido gracias a la donación de óvulos, de semen o de embriones y leo esto?
Ahora vas a entender porqué titulado así el artículo
Lo que aprendí
- Aprendí que tengo tres hijos nacidos por diferentes tipos de donación y que si leyeran este artículo, temería a qué conclusiones podrían llegar tras leer «que no estar conectados genéticamente es una buena razón para ocultarlo»
- Porque en su manera de nacer no hay nada que merezca ser ocultado. NADA. Es su vida, su origen, parte de su ser físico y emocional, lo queramos ver o no.
- Porque ellos están aquí gracias a que yo quise ser madre, pero para ello varias personas tomaron la decisión adulta y responsable de donar la parte genética que yo necesitaba.
- Porque como dijo una especialista en bioética en un artículo que leí y que desgraciadamente no consigo volver a encontrar: nadie debe saber más de nuestros orígenes que nosotros mismos.
- Porque si, en cada vez más países se está terminando con el anonimato de los donantes de gametos deberíamos pensar porqué. Los niños adoptados, en España por ejemplo, ya deben ser informados por ley por parte de sus padres de cómo llegaron a la familia y en Argentina los padres de los niños nacidos por reproducción asistida deben enviar un documento en el que consta este dato y que queda en poder del Estado aunque no aparece en la partida de nacimiento.
- Porque afortunadamente casi todos los psicólogos en el mundo entero ya recomiendan a los padres que informen a sus hijos sobre sus orígenes y cuanto antes mejor y más fácil de hacer.
Tras leer el artículo escribí a través de Twitter, a la directora de la revista Yo Dona, Marta Michel y a su jefa de sociedad, Isabel García Zarza pidiéndoles un espacio para las madres y padres que sí queremos que nuestros hijos conozcan sus orígenes; también queremos hablar para los medios. Pero sobre todo quiero que mis hijos vean que yo hablo en público porque no pasa nada porque ellos y yo no estemos conectados genéticamente en un 100%. SON MIS HIJOS
@MartaMichel @mividaconhijos gracias por sacar el tema de la donación de óvulos a la luz, pero por favor dejarnos también hablar a…
— Eva María Bernal (@evambernal) 22 de mayo de 2016
Aquí hay un tuit perdido en el que les decía: …los que vamos a contárselo a nuestros hijos.
@evambernal @MartaMichel Tienes mucha razón, queda pendiente sacaros!
— Isabel García-Zarza (@mividaconhijos) 23 de mayo de 2016
@mividaconhijos @MartaMichel muchas gracias es que no podemos permitir que nuestros hijos lean estas cosas sin saber que no lo vemos así.
— Eva María Bernal (@evambernal) 23 de mayo de 2016
Ojalá esto ocurra de verdad. Te mantendré informada. Por tus hijos y por los míos.
Antes de acabar, aquí tienes un enlace al simposio celebrado en Madrid y en el que participé en la última mesa redonda sobre nuevos modelos de familia y donación de gametos. Tenéis todos los videos colgados. No te lo pierdas si te interesa este tema porque son muy buenos. Haz click AQUÍ.
Me gustaría mucho que dejarás un comentario sobre tu posición al respecto. La revelación de los orígenes en temas de donación de gametos para mí es uan de las prioridades de Creando una familia y me gustaría mucho conocer tu opinión.