Cuando estás en lo más profundo de la reproducción asistida te sorprendes descubriendo en cuantos niveles está afectada tu vida.

Por que cuando empiezas, crees que es un tema puramente de fertilidad, ¿verdad?

O sea, no puedo tener hijos y voy a que me ayuden.

Y si tienes suerte y lo consigues pronto, es posible que todo quede ahí, pero si pasas de tres negativos o tienes algún aborto, empiezan a florecer cual margaritas las áreas afectados de tu vida.

He encontrado seis niveles que están afectados, pero estoy segura de que tú nos vas a poder aportar muchos más:

Autoestima:

La fertilidad es algo intrínseco a los seres vivos (aunque por otro lado seamos una de las especies más infértiles de la tierra) y llegamos nosotras para saltarnos el orden natural de las cosas y no cumplir con el orden establecido. Nuestro mundo se va cayendo como un castillo de naipes y acabamos confundiendo fertilidad con lo que nosotras somos y nuestro valor auténtico.

Economía:

Puede que seamos de las afortunadas a las que algún seguro médico se está haciendo cargo de sus tratamientos, pero si eres como la mayoría de las mortales debes estar luchando por sacar dinero debajo de las piedras.

Pareja:

Lo que empieza como un proyecto común empujado por dos personas, va a ser sacudido por un terremoto que afianzará o destruirá todo lo vivido previamente a la reproducción asistida.

Físico:

Podemos estar agotados, con cardenales si nos pinchamos heparina, revisados de arriba abajo. Quizás incluso hayas engordado un poco por tanta hormona como te has inyectado o porque estás comiendo más. 

El resto del mundo:

Aquí está una de las grandes fuentes de dolor y a la vez de gratas sorpresas; es complicado relacionarse con el resto del mundo que no es infértil. Su vida sigue adelante, muchos se quedan embarazados y otros nos dicen que estamos tranquilas Y así lo lograremos. Por otro lado conoceremos a muchas personas en esta situación que nos brindarán su apoyo y conectarán con nosotras simplemente con una mirada.

Trabajo:

¿Cuántas veces has tenido que mentir a tu jefe para poder ir hacerte una ecografía? ¿Cuántos nervios has sufrido porque no sabías si tu punción iba ser un día u otro y no sabías cómo organizarlo en tu trabajo? Aunque por ley en España  tenemos derecho a ir al médico sin que nos pongan ningún problema, la realidad es que la mayoría de las personas prefieren ocultarlo en sus lugares de trabajo.

¿Y tú? ¿Sientes que la reproducción asistida te está afectando a niveles que no esperabas? Compártelo con nosotras, tu testimonio siempre ayudará a otras personas.