Estás en reproducción asistida quemando los últimos cartuchos con tus óvulos y ya te han planteado varias veces la donación de óvulos o de semen.
- Si jamás habías pensado que ibas a necesitar reproducción asistida
- Si el proceso se está prolongando mucho más de lo esperado
- Si estás a punto de tener que tomar una decisión.
Venga, vamos a darle una vuelta:
NO, LA DONACIÓN NO ES PARA MI
Todos los que estamos aquí tenemos una pasión por tener hijos que seguramente se ha ido acrecentando por lo largo que se está haciendo el conseguirlo y por la cantidad de negativos o incluso abortos que hayamos tenido.
Pero no todos podemos renunciar a nuestros genes cuando este pensamiento pasa por el estómago, como digo yo.
¿Sabes a qué sensación me refiero?
A cuando tu cabeza y tu mente te permiten pensar racionalmente que un camino es el correcto para conseguir tus objetivos,
pero tu tripa te se está retorciendo,
sientes un hueco,
una angustia en ella
y no te permite dar ese paso que sería el camino recto para lograrlo.
Ahí es cuando te sugiero que te sientes, que os sentéis, que lo penséis antes, que no se trata de correr y avanzar a toda costa.
Tus decisiones actuales en reproducción asistida te van a acompañar toda la vida. Y sobre todo a tu hijo.
Las personas que hemos decidido tener a nuestros hijos con donación de óvulos, semen o adopción de embriones no sabemos qué van a decir cuando sean mayores, así es que al menos por nuestra parte tiene que ser todo lo más trabajado y clarificado posible.
Ellos vienen de el amor total que nos llevó a buscarles, pero tú tienes que saber si ese camino también es para tí.
Busca ayuda profesional de psicólogos, terapeutas o asesoramiento, lo que tú quieras.
¿Y tú? ¿Decidiste parar los tratamientos de reproducción asistida cuando te encontraste en esta situación o seguiste adelante? Anímate a compartirlo con nosotros. ¡Vuestros testimonios son una inspiración!