La verdad es que nosotros vamos muy poco al médico. Tampoco cuando estamos enfermos.
Este invierno por ejemplo llevamos varios virus que nos los vamos pasando de unos a otros.
Tenemos vómitos, cacas, hambre escasa, bebés llorosos… poca fiebre, es verdad, pero aún teniéndola soy de las que aguanta bastante hasta darles una medicina. Para mí, aplico lo mismo; he tomado tantas medicinas intentando tenerles que ya reniego; en realidad nunca me ha gustado tomar nada.
- Soy de las que cree que la fiebre significa que el cuerpo está teniendo su propia batalla interior y hay que dejarle hacer. (al menos hasta los 38º, hay países que hasta 38,5º)
- Que si me duele la cabeza lo que tengo es que intentar irme a la cama o descansar.
- Creo que los virus tienen sus procesos.
- Que los mocos salen solos.
- Que mientras mamen, no tengo que preocuparme si estando enfermos no comen más.
- Que si vomitan es por que su cuerpo lo necesita.
- Que un constipado no necesita medicinas.
La abuela de las criaturas lo lleva fatal. Recuerdo un día que Rodrigo vomitó tres veces y me dijo:
¿Y ahora no le llevarás al médico, verdad? Pues no, no le llevé. Al día siguiente estaba perfectamente. Pero, bueno yo soy de las niñas a las que llevaban todos los meses al pediatra sin pasarme nada sólo para que me revisaran. Se quedaban más tranquila.
Yo es que no me siento intranquila por no llevarles. No necesito que me confirmen que están bien.
Puede que haya tenido suerte hasta ahora y no me haya tenido que enfrentar a nada grave de los niños.
Siento que aquí mi intuición me guía, por que cuando he sentido que tenía que pedir ayuda médica lo he hecho y hasta ahora no me he equivocado.
Ojalá siga así la cosa…
¿Y tú? confiensa, je, je… ¿sales corriendo al pediatra cuando el niño tiene 37,7º o aguantas estoicamente?