Si estás aquí, es por que necesitas Reproducción Asistida y sabes cuántos meses o años de nuestra vida empleamos en buscar a nuestros hijos.

Y un día llega el positivo.

Para casi todas.

Si continúas por que puedes o por que quieres.

Por que te ayudaron o por que descubriste cómo.

¡Y entonces empieza lo bueno! Pero no lo más fácil.

Hemos estado tanto años flotando en nuestra burbuja de reproducción asistida que la vida no nos daba para pensar vislumbrar un poquito más allá.

Además que es que tampoco queríamos por que lo que comienza con la ilusión de estar en el camino que te lleva a tu hijo y te hace ir leyendo libros de embarazos, comprar algún body o conjuntito en las rebajas y aceptar la reserva de ropita de tu sobrino se puede acabar por convertir en una historia en la que aunque quieres…

te sientes incapaz de ver embarazadas, coger bebés o ir a hospitales a dar la bienvenida a recién nacidos.

El problema es que cuando por fin llega el tan ansiado positivo que continua en un embarazo evolutivo y te trae por fin a tu hijo, si no haces un esfuerzo consciente por vivirlo sin que te estén mirando al milímetro (por que no es necesario, estás embarazada, no enferma) todos tus miedos, inseguridades, la tendencia al supercontrol de los médicos y esta sociedad con prisas y medicalizada va a hacer que continues poniendo tu vida, tu familia y tus sueños en manso de lso demás.

Sí, justo donde han estado uno o varios años.

¡Pero ya no hace falta!

Si tu embarazo no es de riesgo (real) mírate a ti misma como una embarazada más.

Que sí, que no lo eres.

Que te costó la vida.

Pero si no pones límites nunca tendrás el mando…