¿En casa o en la guardería?

Hoy quería compartir con vosotros cómo he hecho yo y por qué lo he hecho así:

Cuando empecé los tratamientos para tener a Rodrigo tenía un trabajo de 10: 30 a 19:30. A mi no me cabía ninguna duda de que el niño que naciera iría a la guardería. Dudaba si cerca de mi casa o cerca del trabajo, lo que nunca dudaba era si iría o no a la guardería.

Justo tres días antes de dar positivo , acabé en ese trabajo y como tenía paro y algo de dinero ahorrado, me sentí muy feliz de poder dedicarme a un embarazo que me había costado tanto.
Nació Rodrigo y planeé volver a trabajar ya de freelance cuando tuviera seis meses y afortunadamente me salió un trabajo exactamente en esa fecha.

DSCN0791

No podía imaginarme a Rodrigo en una guardería siguiendo las rutinas y obligaciones de ella. La persona que me ayudaba cuidándole mientras yo trabajaba en casa me costaba más que una guardería, pero tampoco nada excesivo. Era, es rumana y hablaba poco español, pero confiaba en ella y jugaba mucho con el niño.
Rodrigo era muy espabilado, salían mucho al parque, yo le hablaba hasta la saciedad, íbamos al teatro, nunca sentí que necesitara estimularse más , ni relacionarse con más niños.
Creo que para él era mejor la atención de Dana, su cuidadora y la mía que el estar con más niños.
Así estuvo hasta los dos años y medio cuando ya fue un año a la guarde de su futuro colegio por dos razones: yo necesitaba trabajar más horas y asegurábamos plaza en el colegio pues no nos correspondía por cercanía.
Entró tan mayor que no hubo problemas de ningún tipo, se adaptó, empezó a dormir la siesta sin mi y siguió mamando unos cuatro meses más tras entrar allí.

Cuando nacieron Aitana y Martín no hubo dudas. Tampoco irían a la guardería y afortunadamente podía volver a contar con Dana: al ser dos además no compensaba económicamente aunque hay familias que los llevan pues para muchas personas es muy importante el tema de relacionarse y estimularse, no es para nosotros. Yo sigo sin creer que sea necesario.

Para mi es más importante que estén con un adulto que los conozca y les pueda dedicar toda su atención o que yo esté por allí aunque no esté a tope con ellos, pues no creo mucho en lo del tiempo de calidad. Creo en estar muchas horas juntos, que me vean, que vayamos y vengamos.

Para conseguir todo esto he tenido que renunciar a cosas: a tiempo y a dinero, pero a cambio me han hecho crecer laboralmente y fundar Creando una familia para poder seguir estando con los tres lo más cerca posible.

¿Y tú? ¿Cómo estás haciendo? ¿Cambió tu perspectiva al nacer tu hijo?

Acerca del autor

Eva María BernalEva María Bernal Eva María Bernal