Carmen Amoraga, premio Nadal 2014 y su historia de reproducción asistida

A través de esa maravilla que son las redes sociales y que también son parte del libro de Carmen Amoraga y por mediación de una amiga, contacté con ella por que ya hacía tiempo la tenía «fichada» en mi tablero de Pinterest de personas conocidas que se sabía o habían dicho ellas mismas que había necesitado reproducción asistida para tener a sus hijos.

En seguida me contestó y aceptó. Todavía sigo diciendo, gracias, gracias, gracias porque cada vez que una persona conocida habla sobre la reproducción asistida muchas personas la aceptan mucho mejor tanto para ellos como para las personas que la vivimos.

 

premio nadal

 

¿Cómo descubristeis que teníais un problema de infertilidad?

No fue un descubrimiento en sí mismo. Fue más bien asumir una realidad: no teníamos ningún problema de infertilidad, pero el reloj biológico jugaba en nuestra contra. Recuerdo la frase de mi ginecóloga: si fuera yo, buscaría ayuda. Y eso hicimos.

¿En qué año empezasteis los tratamientos?

En 2005.

Cuéntanos un poco cómo fue tu proceso y cuánto tiempo duro

Fue largo. Primero empezamos con estimuladores ováricos, como un año y pico. Me quedé embarazada, pero lo perdí. Seguimos con los estimuladores y finalmente, fuimos a la reproducción asistida.

carmen amoraga reproducción asistida

 

 

¿Lo compartisteis con las personas y tu alrededor?

Claro, no me planteé no hacerlo. Es algo natural, y lo vivimos de forma natural.Y tengo que decir que más allá del típico consejo de “no te obsesiones”, que me tocaba especialmente las narices, no tuve ningún problema, ni ningún rechazo social.

Cada vez retrasamos más la maternidad, o lo hemos hecho hasta ahora. Hemos querido encontrar primero nuestro lugar en el mundo, especialmente en el mundo laboral, y eso lo ha complicado todo. Luego, ¿cómo no vas a obsesionarte? Yo quería contestar a quien me decía eso: vale, tómate a diario la temperatura, pínchate a en el abdomen a la misma hora siempre, no te olvides de tomarte cada día una pastilla… y prueba a ver si piensas tú en otra cosa….

Pero, la verdad, es que es así, hay que procurar abstraerse, no convertir esto en la piedra angular de tu vida.

¿Qué fue lo que más duro se te hizo de todo el camino?

Superar la desilusión cada vez que me bajaba la regla. Remontar esa tristeza y pensar: el mes que viene, seguro…

¿Tu hija sabe ya que nació por reproducción asistida?

, lo sabe. Le contaba de vez en cuando este cuento: nosotros queríamos tener una niña que fuera exactamente como tú eres, con esa nariz, con esa boca, con ese pelo, con esa manía de no comer brócoli… y como no la encontrábamos fuimos al médico para que te trajera con nosotros. ¡Y ella encantada con la idea!

¿Lo has dicho públicamente por algo en especial?

¿Y por qué no hay que decirlo? Tener problemas de infertilidad no es un estigma y no hay que vivirlo como si lo fuera. A los problemas hay que ponerles remedio, y normalizarlos es parte de la solución,

¿Tu pareja se siente cómoda con que lo digas libremente y hasta en prensa?

Sí, por supuesto. Él también lo vive con normalidad. No puede, ni debe, ser de otro modo. No es cuestión de sentirse incómodo, ni mucho menos culpable… ¿te sientes culpable de ser miope, de tener migrañas? Pues de esto, tampoco.

¿Repetirías?

No he tenido ocasión de planteármelo. Mi segunda hija llegó de forma inesperada y natural….

¿Qué le sugerirías a una mujer que está en reproducción asistida y siente su vida estancada en ese proceso?

Que mantenga la esperanza, eso lo primero. Que no se aísle y lo viva todo de manera natural, con su pareja especialmente. Que no se compare con otras que se embarazan enseguida. Que no se culpabilice.

Y que tenga claro que cada mujer, cada una de nosotras, somos muchas cosas, no sólo una mujer que quiere ser madre: somos compañeras de alguien, amigas de alguien, ejemplo para alguien, sostén para alguien, trabajamos para alguien o para algo o para nosotras mismas….

La vida no se estanca ni se detiene, aunque nos lo parezca. Y siempre hay solución, para todo.

¿En alguno de tus libros haces algún tipo de referencia a la infertilidad o la reproducción asistida?

Sí, en “Todo lo que no te contarán sobre la maternidad”. Pero recomiendo especialmente el libro El deseo de ser madre, de Anna Gimeno, que aborda magistralmente este tema.

Espero que te hay resultado interesante y te invito a compartir esta historia de reproducción asistida. Una historia como las nuestras, pero, recordad que no todo el mundo se anima a compartirla con nombre, fotos y apellidos. 

Carmen, ¡te honra!

Acerca del autor

Eva María BernalEva María Bernal Eva María Bernal